RESUMEN
A continuación la línea cronológica de creación y reconocimientos que llevan al Supremo Consejo Masónico de Grado 33° para la República del Perú
- Supremo Consejo Masónico de Grado 33° para la República del Perú (Carta Patente reexpedida en 1995 pero fundado en diciembre de 1968 por encargo de organizador al IPH Armando Padilla Urrutia)(Los II.·.PP.·.HH.·. Jorge Gadea Paez y Nelson Sheinfeld Lamas, reciben los grados en el Supremo Consejo de Lengua Española, recibiendo sus diplomas del Grado 33º el 11 de Diciembre de 1967. Ellos dos confirieron los grados a 7 hermanos entre los que estuvo Carlos Landázuri Sandoval, Armando Padilla Urrutia, Héctor Páez Gadea, Francisco Iturri Mena, José Navarro Gamio, Hugo Lampl y un hermano más, organizándose durante 1968)
- Supremo Consejo del Grado 33 de Lengua Española para los EEUU fundado a mediados de los años 30, el 8 de Junio de 1934. (ver más adelante su historia)
- United Supreme Council Southern and Western Jurisdiccion fundada el 5 de abril de 1869, Supreme Council of France (Barón Hugo de Bulow) (ver más adelante su historia en inglés)
- King David Supreme Council of Philadelphia, 1854 (una de las de Prince Hall), Supreme Council of France (Conde de Saint Laurent Barón Hugo de Bulow(ver más adelante su historia en inglés)
BOSQUEJO HISTORICO DE LA SERENISIMA GRAN LOGIA DE LENGUA ESPAÑOLA DE NUEVA YORK Y SUPREMO CONSEJO DE LENGUA ESPAÑOLA
Es seguramente cierto, que no mi palabra carente de toda expresión poética, es la llamada a engalanar este acto. Al aceptar la designación hecha por el Muy Resp Gr:. Maest:. de la Ser:. Gr:. Log:. de Lengua Española para los Estados Unidos de America, Inc., he considerado esta designación como un privilegio darle brillantez a este acto con figuras retoricas de las cuales carezco, si tratare dentro de mis reducidas posibilidades, bordar en torno de nuestra Organización, haciendo énfasis en su origen, su desarrollo, y su labor tanto en el campo Masónico, como en el campo Social; campos de acción que aunque se considere paradójico, han sido, y están, plagados de obstáculos muy a pesar de su amplitud.
Para una Organización de características bien definidas como la nuestra, la supresión de estos obstáculos ha sido hasta hoy, obra de una voluntad inquebrantable, y una buena dosis de perseverancia puesta de manifiesto muy a pesar del egoísmo, y la intolerancia desplegados tanto exterior, como interiormente, y que ha puesto en ocasiones en peligro, la vida misma de nuestra Organización. Debatiéndonos en un ambiente opuesto a nuestra idiosincrasia, rodeados en ocasiones por elementos cuyos conocimientos no han podido cultivar frutos mejores que aquellos que la naturaleza pudo legarles como único patrimonio; flagelados por la indiferencia de los elementos afines a nuestra propia lengua; en un constante batallar en un Mundo empeñado en su propia destrucción, pero alentados por un Ideal acaso más fuerte que la Vida misma, vamos en pos del ejemplo que nos legaron los precursores de esta Organización, que impelidos por una urgencia espiritual tendente a continuar su labor Masónica iniciada en los diferentes lugares de su origen en la América Hispana, dieron los primeros pasos para el surgimiento de ella, obra que hoy, provoca nuestro reconocimiento y profundo respeto a los hombres que la llevaron a efecto. Para darnos una idea, aunque sea somera del desenvolvimiento de esta Organización, detengámonos a pasear una mirada retrospectiva sobre el campo fecundo que le ha dado Vida. Pero antes de pasar más adelante, permítasenos hacer una breve digresión. Queremos declarar por un principio de ética, que en la relación de los hechos que nos ocupan, no nos mueve el deseo en esta ocasión, de formular cargos, ni hacer acusaciones por actos cuya naturaleza, más bien queremos conceptuar como errores que el tiempo se encargara de desvanecer, pudiendo afirmar sin temor a equivocarnos, que en un porcentaje considerable, los elementos que actualmente militan en esta Organización, no solamente desconocen los motivos que dieron lugar a su origen, pero más aun, no están ciertos de sus tendencias y finalidades, fuera de lo que estrictamente dicta el deseo de agruparse a una entidad por su carácter Fraternal. En este sentido hemos, los que en alguna ocasión tuvimos el privilegio de dirigir los destinos de esta Organización, luchado por que no solamente aquellos que militan en ella estén compenetrados de su finalidad y sus tendencias, sino con mas razón, aquellos que identificados por el idioma común, forman el núcleo de la sociedad a la cual estamos vinculados de una manera directa y a la que nos conceptuamos obligados, cuando afirmamos que la genuina representación de la Colonia de habla Hispana en este país, radica en la Masonería por su carácter Internacional, y por qué en ella, toda idea de fronteras y nacionalidad, se pierde en aras de la Fraternidad. Volviendo nuevamente al origen de nuestra Organización, de los datos existentes se desprende, que en el año de 1930, un grupo de Masones provenientes de diferentes países de nuestro Continente Hispánico, con el propósito de reanudar su labor masónica, encausaron sus actividades tratando como es natural, de desenvolverse dentro de las Logias existentes en este medio, entre este grupo podemos citar, lamentando limitarnos a un corto número de ellos por ser los únicos de nuestro conocimiento, a los Il:. HH:. Don Juan A. Rivera, Don Jaime Guzmán, Don Ferdinand Aparicio, Don Francisco Sánchez, Don Natividad Salazar, y otros que encontraron como fruto de sus desvelos, una barrera infranqueable mantenida por el egoísmo, la intolerancia, y la discriminación de Raza, que los mantuvo a distancia de los Cuerpos en los cuales su labor estamos seguros, pudo ser de felices resultados como lo fue, y ha sido para nosotros. Podemos afirmar por lo tanto, que esta es la razón y consecuencia de la formación de este Cuerpo que sin perder los nexos que lo atan a la Universalidad de sus principios, es de carácter netamente Hispano en un ambiente ajeno a nuestras costumbres, y nuestro idioma. Y así tuvo efecto la formación de las RR:. LLog:. “ALBA” No. 1, “SOL NACIENTE” No.2, “UNANIMIDAD” No. 3. Esta última por razones que desconocemos al presente, se disolvió viniendo a suplirla la Resp:. Log:. “LUZ Y VERDAD” No. 5. Con estos elementos y en virtud de estar a cubierto los requisitos indispensables de la Ley Masónica, se solicitó de la Muy Resp:. Gr:. Log:. “ENOCH” la Carta Patente para constituirse en Gr:. Log:. de Distrito, otorgándose esta el 21 de Noviembre del año de 1931, E:. V:., fecha en que fue constituida. Esta Gr:. Log:. fue representada y reconocida, en el Congreso Masónico celebrado en la Ciudad de New Jersey en el año de 1932, siendo incorporada a las Leyes del Estado de New York un año más tarde, recibiendo su Carta de incorporación el 10 de Abril de 1933.En este lapso de tiempo, fueron fundadas las RR:. LLog:. “HERMANOS PERSEVERANTES” No. 6, “AURORA” No. 7, “HIRAM” No. 18 y “ACACIA” No. 19. La aceptación de este Cuerpo y su reconocimiento ante el Congreso Masónico ya indicado, le permitió desligarse de su fundadora original, adquiriendo en el año de 1934, Carta Patente del ya referido Congreso, como Gr:. Log:. de Lengua Española para los Estados Unidos de Norte América. Los visos de legalidad que proporciona el reconocimiento por más de tres Potencias Masónicas extranjeras que constituyen los requisitos indispensables de regularidad, dieron solidez a las relaciones que se promovieron internacionalmente, contándose entre las que nos dispensaron este honor, la Muy Resp:. Gran Logia del Uruguay de la que entonces era Gr:. Maest:. el Il:. y Pod:. H:. Don Pedro L. Bertsetche quien a solicitud del entonces Gr:. Maest:. de esta Gr:. Log:. Don Juan A. Rivera, aceptó nuestra representación ante la CONFEDERACION MASONICA LATINOAMERICANA, con sede en la Ciudad de Bogotá, Colombia, representación que nos ganó el título de miembros fundadores de la ya referida CONFEDERACION, extendiéndose a nuestro favor un Diploma al efecto marcado con al No. 241 y autorizado por su Presidente el Il:. H:. A. Gomez Cruz. El hecho de nuestra presencia en el Congreso Masónico celebrado en New Jersey en el año de 1932, nos puso en contacto con la representación del UNITED SUPREME COUNCIL de Washington. Este Supremo Consejo del Rito Escoces Antiguo y Aceptado, fue fundado en el año de 1869 bajo la afiliación JOHN G. JONES reconocida por resolución adoptada en la Convención Masónica de Luxemburgo el 4 de noviembre del año de 1912, y ratificado por la UNION MASONICA UNIVERSAL en Europa, el 4 de noviembre del año de 1921.
Este Supremo Consejo radica en la Ciudad de Washington, y su Jurisdicción Masónica abarca los Distritos Sur y Oeste de los Estados Unidos de Norte América y sus Territorios. Dado el crecimiento y progreso muy marcados entonces por el surgimiento de las RR LLog ya mencionadas, se proyectó la formación del Gr:. Or:. de Lengua Española, solicitándose al ya referido SUPREME COUNCIL en Mayo de 1934 la correspondiente Carta Constitutiva. El 8 de Junio del propio año y bajo la Presidencia del Il y Pod H C. Hamilton, Soberano Gran Comendador del UNITED SUPREME COUNCIL de Washington, fue instalado el Supremo Consejo del 33 constituyendo el Gr Or de Lengua Española, acto en el que se hizo entrega de la Carta Constitutiva a perpetuidad y con autoridad para la creación de Cuerpos Simbólicos en los Estados Unidos de América y sus Territorios. En este acto fueron juramentados los Ilustres HH Don Natividad Salazar en su carácter de Gr Comendador y Don Juan A. Rivera como segundo Gr Com creándose una positiva autonomía, e independencia en cuanto respecta al Rito Escoces, su carácter de entidad netamente de habla hispana, dentro del territorio ya expresado. El 20 de diciembre de 1938, el Gr Or de Lengua Española otorgo a la Gr Log de Lengua Española su Carta Patente con los mismos derechos y prerrogativas otorgadas al Gr Or en cuanto a su Territorio, Hispanidad y Rito se refiere, quedando a la vez por tratado y acuerdo mutuo, los Cuerpos Simbólicos bajo su jurisdicción, y por lo tanto desligados de los Grados Superiores. En la actualidad cuenta esta jurisdicción además de la Gr Log radicada en esta Ciudad de New York, con nueve Logias Simbólicas activas en esta misma ciudad, y dos radicadas en San José, y Los Ángeles, California y la Gr Log México Texana radicada en San Antonio, Texas. Podemos afirmar que no obstante los sacrificios que representa la conservación y progreso de esta Institución desde entonces, ha caído mordiendo el polvo del desaliento, la ingratitud, la intolerancia, levantándose de cada caída para erguirse con mas bríos, gracias a los que han tenido la constancia encomiable al percatarse de su deber de continuar su obra Masónica con verdadera devoción, y con inquebrantable Fe. Desde luego lamentamos consignar, que el hecho de la formación de una nueva entidad Masónica, no obstante las circunstancias apuntadas, y la razón de constituir una necesidad para los elementos de nuestra Lengua en este medio, produjo, y aún sigue produciendo entre los elementos que consideran que la Masonería es patrimonio exclusivo de un grupo, o de una Raza por su potencialidad económica, o por que se considere que solo tienen derecho a ser Masones aquellos que tienen los ojos claros, produjo, repetimos, una serie de diatribas, y se nos llamó Invasores, Espurios, Clandestinos, y otros adjetivos más, que a fuerza de ignorarlos y causarnos lastima los que así nos juzgan, porque con ello solo se retratan a sí mismos. No obstante, esta labor negativa, malvada e ignorante, nuestra Organización sigue su trayectoria, esto nos trae a la memoria la frase muy significativa y para nosotros inolvidable, de un ilustre Jurista Mexicano cuando en ocasión similar dijo: DEJAD A LOS PERROS QUE LADREN A LA LUNA, QUE ELLA IMPASIBLE, SIGUE SU CAMINO. Como Masones, hemos abierto las puertas de nuestro Templo y nuestros brazos, a todo aquel que compruebe serlo de buena fe, sin considerar su origen, o su color, y aunque esta actitud ha dado lugar en ocasiones a que se nos sorprenda en nuestra buena fe por elementos que han llegado a nosotros con miras mercenarias, no lo hacemos por ignorancia de las consecuencias, lo hacemos a sabiendas, tomándonos el riesgo que muy a pesar nuestro, es el lado que llamaremos muy HUMANO a que están expuestas las Instituciones Fraternales como la Masonería. Lo hacemos repetimos, con el propósito sano de darnos a conocer, y con nosotros, nuestras tendencias y finalidades como Institución desinteresada y Fraternal, a aquellos que indiferentes, o incrédulos de nuestra legalidad, nos miran debatirnos con sospecha, o formulando la sonrisa sarcástica que provoca el espectáculo que ofrece la impotencia, o la inutilidad de un esfuerzo. No pretendemos hacer creer a los que nos observan, que somos un modelo de perfección como Masones, aun se reflejan en nosotros las esperezas del Mundo en que vivimos, pero tratamos dentro de nuestra costumbres y proceder con nuestros semejantes, dando pauta al respeto que merece la Institución en que militamos, y haciendo el bien, por el bien mismo con verdadera fe y devoción; no con la devoción que impone la fe ciega, porque la Masonería, no prohíbe el análisis de las cosas, antes por el contrario, provoca la realización de la Verdad y la justicia, combate el fanatismo, y sin ser una Religión dentro del sentido intrínseco, porque está exenta del dogma religioso, tiene como condición básica indispensable, la creencia en un Ser Supremo, y ensena la Caridad sin cortapisas; en ella caben todas las religiones, jamás se discute la creencia religiosa de nadie, ni las convicciones políticas de nuestros coasociados, observando el respeto que debe prestarse a la opinión ajena, y los postulados de caballerosidad y decencia que son en nuestro concepto, las bases donde descansa la esperanza de un futuro de Paz entre los Hombres. En el terreno Social, nuestra labor ha tenido, y tiende al progreso y mejoramiento colectivo dentro de lo Espiritual, Moral y material; sin ser esta una Sociedad de Socorros mutuos, en esta Institución se prestan atención a alivio a los que caldeados por el fuego de la adversidad, llaman a nuestras puertas, sean o no, miembros de nuestra colectividad. Lamentamos si, y muy profundamente, que la falta de unión que ha sido siempre el distintivo de los elementos de habla hispana; la indolencia sobre todo de muchos Masones de nuestra Raza Hispánica que existen en este medio, prefieren permanecer alejados de su deber como tales, reduciéndonos a una existencia embrionaria que nos ha impedido avanzar como hubiéramos deseado, brindando a nuestros hermanos mayores beneficios, y una representación más digna de una Colonia por mil conceptos, acreedora de mejor suerte por su historial, y su cultura. En el lapso de tiempo que tiene de existencia esta Organización, que como hemos dicho fue creada por la necesidad o la intolerancia, por no darle otro calificativo mas áspero, de los elementos que aunque llamados Masones, no son afines a nuestra Raza y costumbres, han desfilado formando parte de ella, un sinnúmero de elementos de nuestra Colonia, hombres con más o menos preparación cultural, en gran parte trabajadores manuales, que dicho sea de paso, han sido y son, el núcleo más numeroso de nuestros miembros, muchos otros, procedentes de Universidades, hombres de letras entre los cuales recordamos con afecto fraternal a Bermeo, Figarola, Montero Villar, Piedra Blanco, Canas, Arroyo, Quero Quieza, Ruiz, y algunos más que se escapan infortunadamente a nuestra memoria, dieron en su época, lustre y prestigio a nuestra; Institución colaborando con eficacia y entusiasmo en su engrandecimiento moral y material, pero en muchos casos, no tuvieron el temple suficiente para sobrellevar con nosotros los sinsabores de la adversidad que manifestada en la ignorancia de los elementos poseídos del complejo de inferioridad, o medrosos, han sido y son, el obstáculo que se opone al progreso de la Organizaciones como la nuestra. Otros muchos que posiblemente no encontraron campo propicio para sus miras personales, fueron alejándose dejando un campo fértil a toda iniciativa honrada, que cultivado con perseverancia dará en su día, el fruto que ambicionamos, no con la mira egoísta del bien propio personal, sino para provecho de los nuestros, y de nuestra Colonia huérfana de una representación Social y Política, que la saque del lugar de inferioridad en que injustamente se encuentra por la negligencia innata de sus propios componentes. Así hemos llegado al corazón de este gran Pueblo y levantando en el pedestal donde descansan los propósitos de un futuro mejor, su sencillez e insignificancia aparte para aquellos que no han pulsado el sacrificio de su realización es evidente, para nosotros, es un monumento levantado a la Fraternidad en el propio corazón de este gran país, porque hemos puesto en su realización, todo lo que es dable dentro de lo material, lo moral, lo humano, con verdadera fe, con orgullo si cabe en la Masonería, podemos decir sin miramientos, que si han habido sacrificios, si hemos vencido dificultades para muchos de los nuestros desconocidas, si tenemos en ocasiones que soportar los sinsabores de la envidia dentro de nuestra propia Organización, si con pena inefable observamos la indiferencia de nuestros hermanos de raza, todo en una frase, se hace imperceptible ante el sabor delectable de esta hora que representa la culminación de nuestra obra.
Obra que es orgullo legitimo nuestro, porque su realización emana de un grupo reducido de hombres de muy modestas posibilidades económicas, en un medio en donde las Instituciones de esta índole, cuentan sus miembros por millones, y sus arcas provistas de riquezas de las cuales nosotros carecemos. La fe de una obra Masónica sincera y generosa, el deseo inquebrantable de progreso que se refleja en la Colonia Hispana de los EE. UU. de América, el cumplimiento que se impone a todo Mason de practicar el bien mismo, constituyen nuestra más firma, más preciada e indestructible riqueza. Podríamos afirmar que este contraste existente entre nuestra organización y otras de la misma índole que se desenvuelven en este medio, es la razón básica de su existencia, a ella queremos consagrarnos como una promesa de esperanza hacia los hombres de bueno voluntad que sumen a nuestro esfuerzo, la sabia de sus ideas nuevas que convierten en tangible realidad, las ansias de mejoramiento por las cuales los que formamos parte de esta Institución nos desvivimos. En la escena muy elástica por cierto de la vida, los hombres y las cosas pasan en una sucesión interminable, con la misma rapidez vertiginosa con que gira el Planeta que habitamos, con este en su vértigo rotatorio lleva como irremediable sincronización, lo que el hombre ha dado en llamar Vida, nacen y mueren las ideas en la misma obscuridad que les dio vida, surgen y se agigantan otras en el inmenso batallar de la existencia por la existencia misma, vemos pasar la caravana de la Humanidad, ya en alegre y bulliciosa camaradería, al ritmo de risas bullangueras, deslumbrantes de joyas y de oro, pero llevando a rastras los despojos putrefactos en sus cuerpos carcomidos por la lepra de los vicios, la maldad y los prejuicios, ahora se levantan como guerreros prepotentes los falsos redentores de los pueblos en su afán de velar los zarpazos del hombre contra el hombre mismo en su ansia de sangre y de rapiña, tratando de civilizar a los pueblos, para ellos en estado salvaje todavía, a punta de bayonetas y bajo una lluvia de gases y metralla; ora idealistas cual el Maestro del Gólgota, sublime, siembran la semilla de la Paz y la Fraternidad entre los seres de la tierra, dando con gusto hasta la propia vida en holocausto de su ideal; ora cabizbajos y dolientes al compás de marchas sonoras y graves, contemplamos el paso de la Humanidad que marcha silenciosa sobre el camino en cuyo final está la suprema Verdad de la Vida, sitio al que no quiere acostumbrarse y en el cual desaparecen todas las grandezas de poderío y de riquezas, volviendo al polvo de la nada, la materia con todo su caudal de vicios y maldades, miserias y virtudes. ¿Cuál es la misión que el hombre debe cumplir como una Ley Lógica en este carnaval interminable de la vida? ¿Puede conceptuarse como un derecho la existencia es así cuando venimos al Mundo sin darnos cuenta, y es la fuerza de la materia la que nos impone? Tras esa consideración ha corrido el pensamiento de los que han querido profundizar en el problema irresoluto aun, del porqué de todo lo que nos rodea y aquellos que no estamos dotados del Don de la Ciencia, rodamos inermes ante los embates de los mares del escepticismo, para levantarnos al impulso de una fuerza hasta hoy no revelada y por lo tanto intangible, llamada Voluntad, espíritu, Coraje, o el Yo interno. Considerando la existencia a través del escepticismo con que a diario nos flagela la vida, o el mundo mismo, se nos ocurre, que la única y suprema Verdad está al cabo de la Vida, y, por lo tanto, el hombre para gozar de los dones que la naturaleza le brinda al imponerle la existencia, debe tratar de hacer de su Vida un reflejo de la Divinidad que lo ha creado, viviendo en paz consigo mismo, tratando de hacer el bien, y combatiendo el mal en todos sus aspectos. ¿Nace el hombre con la cualidad de poder discernir o aquilatar entre una cosa y otra? Seguramente no. La Ciencia del Bien y el mal creada por el hombre para el hombre mismo, son bienes que se aplican de acuerdo con las circunstancias, definición o criterio, pues en tanto que para unos quitarle la vida a un ser, es hacer mal, para otros es obra de misericordia o de justicia porque con ello lo han quitado de sufrimiento, o satisfecho una acción legal. El hombre considera malo, todo aquello que directa o indirectamente lo ataca en cualquier aspecto, recíprocamente considera bueno, aquello que para su satisfacción fue creado o puede dar u obtener en cualquiera de los órdenes de la vida y aun en esto se encuentra diferencia en su consideración básica o fundamental, dado a que una persona cree de buena fe hacer el bien cuando beneficia a otra, en tanto que un tercero considera este acto una maldad porque lo alecciona aun cuando fuera en su carácter egoísta. Es por lo tanto en conclusión y dentro de nuestro muy limitado criterio, que la Maldad y la Bondad, son bienes afines creados por el hombre para su provecho, y cuya definición está en el hombre mismo consultando su Yo interno. Dentro de las cuatro paredes de nuestros Templos que podríamos llamar la fragua en donde venimos a caldear nuestros cerebros y a templar nuestro Espíritu, la Masonería nos ofrece el calor sacrosanto de la llama de la Fraternidad, y en ella, pasamos nuestras conciencias por el crisol de la Virtud encauzando nuestro Espíritu por la senda al final de la cual seguramente llegaremos tranquilos y sin temores, con la satisfacción intima de que durante nuestro paso por la Vida regamos la cimiente del deber cumplido.
Il.’. y Pod.’. Hno.’. Don FLORENCIO PINO R.
(http://www.sgl-usa.com/?page_id=315)
UNITED SUPREME COUNCIL ANCIENT AND ACCEPTED SCOTTISH RITE OF FREEMASONRY FOR THE SOUTHERN AND WESTERN MASONIC JURISDICTION OF THE USA
HISTORY
The United Supreme Council Ancient and Accepted Scottish Rite of Freemasonry for the Southern and Western Masonic Jurisdiction of the U.S.A. and Canada as organized on April 5, 1869, in the city of Washington, D.C., by many high degree Masons from Washington , D.C. to regulate Scottish Rite Masonry from the fourth to the thirty-third degrees.
In the year 1856, several members of Washington DC petitioned King David Supreme Council of Philadelphia Pa. for the Scottish Rite degrees. On May 5, 1856 they were given the Scottish Rite degrees. They worked under King David Supreme Council from 1856 – 1869 at which time they wanted to administer the Scottish Rite degrees themselves.
In the year 1869, Edward M. Thomas 33 rd , John P. Costan 33 rd , John A. Gray 33 rd , Henry H. Dade 33 rd , John H. Smallwood 33 rd , Adolphus Hall 33 rd , and several others residing in the city of Washington D.C. petitioned to have a Supreme Council of the Ancient and Accepted Scottish Rite duly organized and constituted at Washington, D.C.
Wm. Thompson 33 rd , Jonathan Davis 33 rd , J. W. Warlett 33 rd , W. H. Riley 33 rd , Cyrus G. Burton 33 rd , J.W. Henderson 33 rd and George W. Hopewell 33 rd of the King David Supreme Council of Philadelphia, Pa. on the 5 th day of April, 1869, in the city of Washington, D.C. and in compliance with the Grand Constitutions of 1786, regularly organized and opened a Supreme Council of the Ancient and Accepted Scottish Rite for the Southern and Western Masonic Jurisdiction, United States of America. William H. Thomas 33 rd was elected its first M. P. Sovereign Grand Commander.
This United Supreme Council for the Southern and Western Masonic Jurisdiction has continued to meet regularly since 1869 down to the present time and Ill. Otis F. Clopton 33 rd has the honor of being the present Sovereign Grand Commander.
The Five Original Prince Hall Supreme Councils
1 1854 King David Philadelphia David Leary
2 1864 United States New York Peter W. Ray
3 1869 Southern and Western Washington William H. Thomas
4 1870 Southern Baltimore Lemuel G. Griffin
5 1871 King Frederick Philadelphia Joshua D. Kelley
King David Supreme Council was set up by Count de St. Laurent 33 rd of the Supreme Council of France. It in turn conferred the degrees on Washington , D.C. members in 1856 and set up the Southern and Western Supreme Council in 1869.
United States Supreme Council was set up by Baron A. Hugo de Bulow 33 rd a member of the Grand Orient of France. It in turn set up the Southern Supreme Council at Baltimore , Md. in 1870. The Southern Supreme Council set up the King Frederick Supreme Council in 1871.
The five Supreme Councils became Masonic rivals, competing for members and at times for the same members. On April 1, 1880 the United States Supreme Council issued a call for representatives of all the Supreme Councils to meet in New York . The meeting took place on October 21 st 1880 where the passage of a resolution to convene the representatives again on January 13, 1881 . On this date eighteen Inspector Generals convened in Corinthian Hall , New York City. John S. Chase of the United States Supreme Council was elected Chairman and Samuel R. Scottron of the United States Supreme Council was elected Secretary. The result was an agreement to form two Supreme Councils.
In pursuance of the decrees, resolutions and articles of a convention of the Supreme Councils, held at the City of New York, in the State of New York, on the 13 th day of January, 1881, it was agreed to form two Supreme Councils for the United States of America. The three in the north to form one Supreme Council for the Northern Jurisdiction, and the two in the south to form one Supreme Council for the Southern Jurisdiction.
On April 9 th 1881, a union was formed between the King David Supreme Council and King Frederick Supreme Council at Philadelphia, Pa., and is known as the United Supreme Council of the Northern Masonic Jurisdiction of the United States of America, Grand East at Philadelphia, Pa. (United States Supreme Council backed out due to a law suit filed against it in Chicago Ill.)
On January 27 th 1887 , a union was formed between the Southern Supreme Council of Baltimore , Md. , and the Southern and Western Supreme Council of Washington, D. C., and is known as the United Supreme Council for the Southern and Western Masonic Jurisdiction of the United States of America .
Minutes, October, 1894
Union of Supreme Councils in the United States . The Supreme Councils were united by the following resolutions:
The United Supreme Council of the Sovereign Grand Inspectors General of the thirty-third and last degree of the Ancient and Accepted Scottish Rite of Freemasonry for the Southern and Western Jurisdiction of the United States, having its See at Washington, D. C., the Grand Orient, aforesaid, duly and lawfully assembled in annual session at Kansas City, in the State of Missouri, on the 16 th and 17 th days of October, 1894, V. E., do hereby order and ordain the following:
Greeting:
We do hereby make it known unto you that there are only two regular and legal Supreme Councils of the thirty-third and last degree of the A. A. S. Rite of Freemasonry among colored Masons in the United States of America .
One with it’s See at the Grand Orient of Philadelphia, in the State of Pennsylvania , and presided over by the Ill. George W. Roper, 33 rd , M. P. Sov. Grand Commander, and known by the style of United Supreme Council of the Ancient Accepted Scottish Rite of Freemasonry for the Northern Masonic Jurisdiction of the United States of America;
The other, with it’s See at the Grand Orient of Washington, in the District of Columbia , and presided over by the Ill. Thornton A. Jackson, 33 rd , 96 th , M. P. Sov. Grand Commander, and known by the style of the United Supreme Council of Sovereign Grand Inspectors General of the thirty-third and last degree of the Ancient Accepted Scottish Rite of Freemasonry for the Southern and Western Jurisdiction of the United States of America.
These two Supreme Councils of the thirty-third degree are the only true, lawful and legitimate Supreme Councils among colored Masons in the United States of America , with relations of correspondence and amity established and the appointment by each of a Grand Representative near the other.
At one time there existed in this country, as late as 1881, five Supreme Councils among colored Masons, all claiming the right and authority to confer the several degrees and establish bodies of the Ancient Accepted Scottish Rite.
The Supreme Council of the United States of America , it’s Territories and Dependencies, Grand East at New York , and presided over by Ill. Peter W. Ray, 33 rd , as its M. P. Sov. Grand Commander, said to have been organized in 1864 by one Baron A. Hugo De Bulow, at one time a member of the Supreme Council of France.
The Supreme Council for the Southern Jurisdiction, Grand East at Baltimore , Md. , and presided over by Ill. Lemuel D. Griffin, 33 rd as its M. P. Sov. Grand Commander, was organized by and under the De Bulow authority.
The Supreme Council for the Northern Jurisdiction, Grand East at Philadelphia , Pa. , and presided over by Ill. J. D. Kelly, 33 rd , as its M. P. Sov. Grand Commander, and known as King Frederick Supreme Council, was duly open by the Supreme Council for the Southern Jurisdiction near this Grand East;
Thornton A. Jackson
1895 Discord, PHA and Southern and Western split
1895 is the year that tore Prince Hall Masonry apart. In 1895 John G. Jones became M. P. Sov. Grand Commander of the United Supreme Council Southern and Western in October 1895.
John G. Jones and Thornton A. Jackson fell out which caused John G. Jones to expel Thornton A. Jackson from the United Supreme Council Southern and Western Jurisdiction and Thornton A. Jackson expelled John G. Jones from the United Supreme Council Southern Jurisdiction.
The names of some of the expelled members from the United Supreme Council Southern and Western, Thornton A. Jackson 33 rd , James O. Bampfield 33 rd , F.A. Revels 33 rd , John W. Freeman 33 rd , L.W. Pulis 33 rd , and Richard H. Gleaves 33 rd , of Washington, D.C., Magnus L. Robinson 33 rd , and R.B. Robinson 33 rd , of Alexandria, Va., Milton F. Fields 33 rd , of St. Louis, Mo., John A. Bell 33 rd of Grand Rapids, Mich., H.W. Knight 33 rd , M.P. Triplett, 33 rd and William Gray 33 rd of Chicago, Ill., Daniel Brown 33 rd of Rosebud, Ala., W.C. Lane 33 rd of Cambridge, Mass., E.A. Williams 33 rd formerly of New Orleans, La., residing in Cincinnati, Ohio.
When you look at the office of M. P. Sov. Grand Commander you will see that between 1875 and 1895 the office of M. P. Sov. Grand Commander was rotated between members of the Southern Supreme Council and the Southern and Western Supreme Council:
William H. Thomas Southern and Western 1869 – 1875
James A. Handy Southern 1875 – 1878
Thornton A. Jackson Southern and Western 1878 – 1881
James A. Handy Southern 1881 – 1889
Thornton A. Jackson Southern and Western 1889 – 1895
John G. Jones Southern and Western 1895 – 1914
James A. Handy is listed as a member of the Baltimore (Southern) Supreme Council, also you will see that he was our Sovereign after the Southern Supreme Council was set up in 1870. In the 1881 NY meeting, James A. Handy represented the Southern Supreme Council. Thornton Jackson represented the Southern and Western Supreme Council. It shows that members had membership in both Supreme Councils.
In 1895 John G. Jones, Lt. Sovereign Grand Commander of The United Supreme Council Southern and Western, set up John G. Jones Consistory #1 in Washington D.C. Members were becoming members in this new Consistory. Grand Master Hamilton Smith issued an edit forbidding any member to hold membership in this Consistory. These members had to renounce their membership or be expelled. The members felt that the edit from Grand Master Hamilton Smith was wrong and appealed to the Grand Master who denied the appeal.
The Grand Lodge split and became the present day Most Worshipful Prince Hall Grand Lodge and the Most Worshipful Grand Lodge A. F. & A. M. These two Grand Lodges are still active in Washington , DC .
(Note: John G. Jones Consistory #1 has been active in Washington, D.C. since 1895 and is the oldest Consistory in our Supreme Council).
Conclusion
Supreme Councils can only be set up by another Supreme Council. This Supreme Council has never set up nor authorized any other Supreme Councils. There are several Southern and Western and other organizations which use our corporate name and our history.
There has only been one United Supreme Council Southern and Western registered in Washington, D. C. since its formation in 1869, with the first members starting in 1856 from the conferring of degrees from King David Supreme Council. It is an incorporated non – profit corporation since 1895 in good standing in Washington, DC and a 501 C- 10 tax exempt charitable organization. Some organizations get copies of our corporation papers and illegally tell their members that it’s their corporation papers.
Unlike today, members then could have membership in more than one Masonic Jurisdiction. Due to that crossing over, it was the ground floor for the problems we have today with so many different Masonic Orders.
1895 is when the Supreme Councils of the Southern Jurisdiction (PHA) and the Southern and Western Jurisdiction formally split and 1900 when the Imperial Grand Council Ancient Egyptian Arabic Order Nobles of the Mystic Shrine (PHA) split from our Imperial Grand Council Ancient Arabic Order Nobles of the Mystic Shrine.
Respectfully Submitted
Ill. Ollie Spencer, Sr. 33 rd (DC)
President General Emeritus
DC Corporate Registered Agent
This council is the Supreme governing and administrative body of the Fraternity. Its purpose is to give the Masonic student a cleaner insight into the realms Masonic perfection, and render to him similar service as the college renders to the high school graduate. The Scottish Rite is to the enterprising Mason what classics are to the professional tutor, looking up toward higher ideals, desirous to soar among the talented craftsmen of the art, and better suited for competent leadership and tutorship. It provides newer, and more definite avenues of expansion and development in matters pertaining to the whole Fraternity.
THE GENERAL GRAND MASONIC CONGRESS
The Masonic order of the General Grand Masonic Congress, A. F. & A. M. has long since been a member of the masonic order in the U. S. A. The General Grand
Masonic Congress was first formed as The National Grand Lodge on June 27th 1847 in Boston, Massachusetts. However, on August 9th, 1889 at Cleveland, Ohio, the (late)
ILL. John G. Jones 33rd revived this national body and the name was changed to The General Grand Masonic Congress (GGMC), Ancient Free & Accepted Masons of the
United States of America and Canada. Its Holy See is at Washington, DC where it is an incorporated nonprofit corporation affiliated with the Southern & Western United
Supreme Council (USC). This National Organization of A.F.& A.M. Masons was formed to act as an advisory and administrative body of the Fraternity, not governing body
to its member Grand Lodges. The United Supreme Council Ancient and Accepted Scottish Rite of Freemasonry for the Southern and Western Masonic Jurisdiction of the
U.S.A. and Canada was later organized on April 5, 1869 in the city of Washington, D.C., by many high degree Masons from Washington, D.C. who regulate Scottish Rite
Masonry from the fourth to the thirty-third degrees. Each of these bodies serve the purpose of giving the Masonic student a cleaner insight into the realm’s Masonic
perfection, and render to him similar service as the college renders to the high school graduate.
At one time there existed in this country, as late as 1881, five Supreme Councils among colored Masons, all claiming the right and authority to confer the several degrees and
establish bodies of the Ancient Accepted Scottish Rite (A.A.S.R.) throughout the Americas. These Original 5 Supreme Councils operated independently of each other during
their time of existence. And unlike today, members then could have membership in more than one Masonic Jurisdiction at the same time. Unfortunately that crossing over of
Jurisdictions was the ground floor for the problems we have today with so many different Masonic Orders.
The Five Original Prince Hall Supreme Councils were…
1) 1854 King David Supreme Council in Philadelphia with David Leary
2) 1864 United States Supreme Council in New York with Peter W. Ray
3) 1869 Southern & Western Supreme Council in Washington with William H. Thomas
4) 1870 Southern Supreme Council in Baltimore with Lemuel G. Griffin
5) 1871 King Frederick Supreme Council in Philadelphia with Joshua D. Kelley
This caused the separate groups to come together for a very important meeting on to resolved their differences on jurisdiction and membership.
The results of this meeting proclaimed the following: We do hereby make it known unto you that there are only two regular and legal Supreme Councils of the thirty-third
and last degree of the A. A. S. Rite of Freemasonry among colored Masons in the United States of America. King David Supreme Council in Philadelphia will Unite with the
United States Supreme Council to form the United Supreme Council of the Ancient Accepted Scottish Rite of Freemasonry for the Northern Masonic Jurisdiction of the
United States of America; with it’s Holy See at the Grand Orient of Philadelphia, in the State of Pennsylvania, to be presided over by the Ill. George W. Roper, 33 rd, M. P.
Sov. Grand Commander, The other Supreme Council will have it’s Holy See at the Grand Orient of Washington, in the District of Columbia, to be presided over by the
Ill. Thornton A. Jackson, 33rd. These two Supreme Councils of the thirty-third degree are the only true, lawful and legitimate Supreme Councils among colored Masons in
the United States of America, with relations of correspondence and amity established and the appointment by each of a Grand Representative near the other
In compliance with the Grand Constitutions of 1786, regularly organized and opened a Supreme Council of the Ancient and Accepted Scottish Rite for the Southern and
Western Masonic Jurisdiction, United States of America. William H. Thomas 33rd was elected its first M. P. Sovereign Grand Commander; and this United Supreme Council
for the Southern and Western Masonic Jurisdiction has continued to meet regularly since 1869 down to the present time and Ill. Otis F. Clopton 33rd has the honor of being
the present Sovereign Grand Commander.
Evidence that All 5 Original Supreme Councils Were Related
Supreme Councils can only be set up by another Supreme Council. This Supreme Council has never set up nor authorized any other Supreme Councils. There are several
Southern and Western United Supreme Councils and other organizations which use our corporate name and our history. Respectfully I must submit to you that there has
only been one United Supreme Council Southern and Western Jurisdiction registered in Washington, DC since its formation in 1869, with the first members starting in 1856
from the conferring of degrees from King David Supreme Council. King David Supreme Council was set up by Count de St. Laurent 33rd of the Supreme Council of France.
It in turn conferred the degrees on Washington, DC members in 1856 and set up the Southern and Western Supreme Council in 1869. Then the United States Supreme
Council was set up by Baron A. Hugo de Bulow 33rd also a member of the Grand Orient of France. It in turn set up the Southern Supreme Council at Baltimore, Md. in
- The Southern Supreme Council set up the King Frederick Supreme Council in 1871. The United Supreme Council Southern and Western Jurisdiction of the United
States and Canada is an incorporated non – profit corporation and has been since October of 1895 in good standing in Washington, DC and it is now a 501 C- 10 tax exempt
charitable organization. It would appear that some organizations get copies of our corporation papers and illegally tell their members a bogus story that it’s their corporation
papers; however, our pedigree has withstood the test of time and will continue.
https://www.google.com.pe/search?q=supremo+consejo+de+lengua+espa%C3%B1ola&oq=supremo+consejo+de+lengua+espa%C3%B1ola&aqs=chrome..69i57.5006j0j7&sourceid=chrome&ie=UTF-8
https://masonerialibertaria.com/2013/06/04/supremo-consejo-del-grado-33-de-lengua-espanola-para-los-ee-uu/
https://www.google.com.pe/search?q=united+supreme+council&oq=united+supreme+co&aqs=chrome.1.69i57j0l5.12422j0j7&sourceid=chrome&ie=UTF-8
http://www.usc33-sw.org/history
http://ggmcongress.org/HISTORY
http://www.iiscg33.com/
http://www.sgl-usa.com/?page_id=315
https://www.facebook.com/pages/Enoch-Grand-Lodge/105640326170185
http://logiaintegracion149.blogspot.pe/
http://www.fenixnews.com/2007/06/24/lo-que-desune-a-la-masoneria-latinoamericana/